"Sígueme, no te desvíes del sendero, no pienso detenerme a esperar"


viernes, 19 de marzo de 2010

Educar


Educar es lo mismo
que poner un motor a una barca…
hay que medir, pesar, equilibrar…
… y poner todo en marcha.
Pero para eso,
uno tiene que llevar en el alma
un poco de marino,
un poco de pirata…
un poco de poeta…
y un kilo y medio de paciencia concentrada.
Pero es consolador soñar
mientras uno trabaja,
que esa barca, ese niño,
irá muy lejos por el agua.
Soñar que ese navío
llevará nuestra carga de palabras
hacia pueblos distantes, hacia islas lejanas.
Soñar que cuando un día
esté durmiendo nuestra propia barca,
en barcos nuevos seguirá
nuestra bandera enarbolada.
Gabriel Celaya

No hay comentarios:

Publicar un comentario